
El Ayuntamiento de Boadilla del Monte ha abierto el proceso de licitación para instalar máquinas expendedoras de alimentos y bebidas sin alcohol en distintos edificios municipales.
El objetivo es que tanto los empleados públicos como los vecinos que acudan a realizar trámites puedan hacer uso de estos servicios. La oferta incluirá también productos adaptados a personas con intolerancias, como artículos sin gluten, sin lactosa o sin azúcar.
Plazos y condiciones de la licitación
El plazo para presentar propuestas concluirá el 13 de octubre a las 14:00 horas y las ofertas deberán registrarse a través de la Plataforma de Contratación del Sector Público. En una primera fase está prevista la colocación de 24 máquinas, aunque el número podría ampliarse hasta 30 si se detectan más necesidades.
El canon de licitación, que parte de 440,29 euros anuales por cada expendedora, alcanza un total de 10.566,96 euros al año en su conjunto. La adjudicación tendrá una duración inicial de dos años desde la notificación de autorización, prorrogable de forma anual hasta un máximo de cuatro.
Distribución en los edificios municipales
Las máquinas se instalarán en ocho enclaves concretos del municipio, con tres aparatos en cada uno de ellos: uno para bebidas calientes, otro para bebidas frías y otro para alimentos sólidos. Los puntos elegidos son la sede administrativa situada en la calle Juan Carlos I, 42; la sede institucional ubicada en la plaza de la Villa; el Auditorio municipal de la calle Isabel de Farnesio; la Biblioteca Princesa Doña Leonor en la calle Mártires; el Centro de Formación de la calle Victoria Eugenia de Battenberg; el Centro de Empresas de la calle Francisco Alonso; la Casa de la Juventud e Infancia en la calle Francisco Asenjo Barbieri; y la Biblioteca José Ortega y Gasset, también en Isabel de Farnesio.
Requisitos técnicos de los equipos
Los equipos deberán estar en funcionamiento en un plazo máximo de 15 días desde la notificación de adjudicación. Según los pliegos, se trata de máquinas de última generación, con bajo consumo energético y sistemas de pago tanto en efectivo —con devolución de cambio— como mediante tarjeta bancaria.
Con esta iniciativa, el Consistorio busca mejorar la oferta de servicios en los edificios municipales y facilitar el acceso a productos de consumo rápido a trabajadores y ciudadanos.