El Ayuntamiento de Boadilla del Monte, a través de la Concejalía de Sanidad, ha puesto en marcha su campaña anual de control sanitario en las piscinas del municipio.
El objetivo de esta actuación es garantizar tanto la calidad del agua como el cumplimiento de la normativa sanitaria vigente, de carácter estatal y autonómico.
Durante los meses de verano, se están realizando inspecciones aleatorias en las piscinas pertenecientes a comunidades de propietarios con más de 30 viviendas. Estas revisiones se centran en varios aspectos fundamentales para la seguridad y la salud pública: la presencia obligatoria de socorrista, la existencia de elementos de seguridad adecuados, el correcto mantenimiento del sistema de depuración y las condiciones higiénico-sanitarias del agua.
Protocolos en caso de incumplimiento
En caso de que los técnicos municipales detecten alguna deficiencia durante las inspecciones, se elabora un acta que detalla los incumplimientos observados. A partir de ese momento, la comunidad tiene la obligación de corregirlos. Si el defecto representa un riesgo y no permite que la instalación continúe abierta con seguridad, la piscina será clausurada de forma temporal hasta que se subsane el problema.
Más de 300 instalaciones bajo vigilancia
En Boadilla del Monte hay registradas un total de 308 instalaciones de piscinas. De estas, 296 pertenecen a comunidades de propietarios, diferenciándose entre 187 comunidades con más de 30 viviendas y otras 109 con menor número de residencias. Además, existen 13 instalaciones de uso público, que incluyen centros deportivos, clubes sociales y centros educativos, y que también están sujetas a controles periódicos.
Esta campaña forma parte del compromiso municipal por mantener espacios de ocio seguros, especialmente en la época estival, cuando la afluencia a estas instalaciones es mayor. La vigilancia activa pretende minimizar riesgos para la salud y asegurar el cumplimiento de los requisitos legales exigidos para su funcionamiento.
