El espectáculo ‘Silencio... Vivimos’ homenajea a Adolfo Marsillach en el campo de fútbol El Nacedero

El espectáculo ‘Silencio... Vivimos’ homenajea a Adolfo Marsillach en el campo de fútbol El Nacedero
El humor del genial Adolfo Marsillach llegó el pasado jueves hasta Boadilla del Monte. De la mano de la compañía de Blanca Marsillach y Varela Producciones, cerca de 150 vecinos asistieron a la puesta en escena de 'Silencio... vivimos'.

No es exactamente una obra dramática del actor y director catalán Joseph María Mestres, sino más bien una recopilación de textos. El origen lo encontramos en cuatro series de televisión que Marsillach hizo como autor y director y con las que revolucionó la programación de aquellos años en los que en la tele apenas había colores. ‘Silencio... vivimos’ era el título de una de ellas y es la base de muchas de las historias que se han escogido para crear este espectáculo, en el que un Marsillach personificado por todos los actores nos lleva de una historia a otra, introduciéndonos en ellas con esa ironía inteligente y mordaz que le caracterizaba.


La obra ridiculiza al género humano con escenas que se registran a diario en la vida. Adaptada al teatro actual por Paco Mir, de 'Tricicle', el trabajo ‘roza el cinismo’ durante la hora y media de sucesión de acontecimientos y sirve así de homenaje póstumo a su creador, Adolfo Marsillach, uno de los genios de la televisión en blanco y negro.

Desde la comedia más disparatada hasta la más urbana, esta obra presenta una gran variedad de estilos para todos los gustos llevados a escena con el talento de Concha Delgado, Camilo Maqueda, Sergio Torrico y Gracia Olayo. Estos actores se convierten en el alter ego de Marsillach para hablar del amor, la creación y enfermedades del mundo moderno como son la soledad, el desarraigo o la falta de compromiso. Con las maneras de escribir y hablar de los personajes que marcaron la España de los 60, en cada escena que compone el montaje surge un escritor inteligente, divertido, alegre a ratos, melancólico en otros, enamorado de la vida y de sus paradojas. El amor, el desamor, la verdad y la mentira, la soledad, el teatro, el mundo de la Cultura y sus falsedades, pasan ante los ojos de un testigo lúcido.

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