Las historias tras la lápida de los mártires de Boadilla

Las historias tras la lápida de los mártires de Boadilla


La lápida recientemente encontrada tras las labores de limpieza y desbroce en una zona agreste del municipio dejaron al descubierto los nombres de Juan de Dios Blasco Merino, Juan Manuel López Aguado, Felipe Aguado Serrano, Juan Aguado y Emigdio López Rivera y una inscripción: "Vilmente asesinados el 22 de agosto de 1938 por las hordas rojas".

Todos ellos eran vecinos de La Torre de Esteban Hambrán, un pueblo de la provincia de Toledo, y fueron asesinados en Boadilla del Monte por su vinculación a movimientos religiosos. Estas son las historias de cuatro de estos hombres.

Juan de Dios Blasco Merino

Nació en La Torre de Esteban Hambrán, en la provincia de Toledo, el 2 de julio de 1915 y murió el 22 de agosto de 1936, en Boadilla del Monte. Se dice que apareció maniatado con su propio rosario.

Su padre, Juan de Dios, natural de la localidad Madrileña de Villamantilla, era el herrero del pueblo. Tenía un hermano llamado Francisco y fue bautizado el 13 de julio, en la parroquia de Santa María Magdalena.

Se trasladó a Toledo, en el Seminario Conciliar, para completar sus estudios de filosofía y teología. Cuando sufrió el martirio, acababa de cumplir los veintiún años.

Al inicio de la Guerra Civil, los seminaristas estaban en casa de vacaciones. Un testigo recuerda cómo la madre del jóven Juan de Dios, Juliana Merino, expresó su alegría cuando su hijo volvió a casa.

Los milicianos mataron primero a su padre el 29 de julio, con 64 años de edad. A Juan de Dios lo llevaron al Ayuntamiento para trabajar como escriba. El 21 de agosto fue encarcelado, y a la mañana siguiente fue transportado a Boadilla del Monte para su martirio.

Felipe Aguado Serrano

También miembro de Acción Católica. Su hermana de 94 años aún vive. Ella misma recuerda que cuando vinieron a detenerle, le condujeron al Ayuntamiento para que viese las atrocidades que allí se cometían.

En un descuido Felipe intentó escapar, con tan mala suerte que se precipito por una ventana hiriéndose las piernas.

Llevado a su casa, el médico que le atendía declaró que le estaban sofocando para que le diera el alta con el propósito de poder arrestarle. En su detención un testigo afirmó que lo milicianos dijeron: "A este ya le quedan pocos rosarios que rezar".

Antes de irse le dio una carta a su madre y le dijo que no la abriera hasta que supiera de su suerte. Cuando leyó el contenido encontró palabras de resignación, perdón y aceptación de la muerte que ya esperaba.

Juan Aguado

Fue alcalde elegido democráticamente de La Torre de Esteban Hambrán desde 1931. Fue jefe local de Falange Española en el municipio.

También fue Diputado Provincial y vicepresidente de la Diputación de Toledo. Bajo su mandato se duplicó el número de maestros en la localidad y se construyeron nuevas escuelas.

Juan Manuel López Agudo

Era militante de Acción Católica en la localidad de La Torre de Esteban Hambrán. Se dedicó a dar clases gratuitas a los analfabetos y a aquellos que, por trabajar en el campo, no podían ir a la escuela.

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