Boadilla vuelve a ser la Ciudad del Deporte. El pabellón cubierto de Viñas Viejas llevaba tiempo abandonado tras entrar en suspensión de pagos la UTE de empresas responsables de su ejecución. Pero ya se han reanudado las obras, y en diez meses esperamos ver el resultado.
Se trata de un pabellón que podría servir para la celebración de eventos deportivos, culturales, políticos o de otros tipos gracias a su gran aforo (2.500 personas en las gradas, más 1.500 en la pista).
Quizás en su día no era necesaria la construcción de esta instalación y el gobierno municipal anterior, quién sabe porqué, construyó más de la cuenta. Lo que es evidente es que no tenía ningún sentido que una obra tan avanzada permaneciera en ese estado de abandono.
Era necesario recuperar la titularidad municipal del edificio, y se ha hecho. Los boadillenses, en especial los vecinos de Viñas Viejas, agradecerán esta inversión.
