Porque la concejala de APB María Teresa Bermejo del Pozo no hace más que dar la nota en una mezcla de niña caprichosa y 'bad girl'.
Y es que a su salida de pata de banco con la que nos obsequió cuando defendió a la mujer que había tirado a su hijo recién nacido por la taza del wáter es un acto, supongo, de alteración transitoria de su sentido común, se unen ahora dos numeritos propios de niña malcriada.
La primera tuvo lugar en el Pleno Municipal de la semana pasada. Teresita, toda digna, lo abandonó cuando Amador Sánchez, primer teniente alcalde del Consistorio de la localidad, la acusó de "filibusterismo político". Posiblemente, porque no sabía qué significaba. En cualquier caso, luego volvió tras saber que significaba 'obstruccionismo político' y porque Sánchez había retirado la acusación. También por si, por un casual, su absurda huída le costaba la dieta.
La segunda tontería la llevó a cabo durante la misa de la celebración de la Virgen del Carmen a la que asistió junto a otros concejales. A la hora de darse la paz, un gesto cristiano por excelencia en la Misa, Teresa Bermejo le retiró la mano a Amador Sánchez con ese gesto típico de las caprichositas: 'Pues, ahora te fastidias y no te doy la paz'.
Desconozco si APB tiene dinero para ello pero debería hacer un esfuerzo por contratar a Pedro García Aguado y que haga durante unos meses de 'Hermano Mayor' de la susodicha.
Aunque si permite grabar las lecciones a Cuatro, lo mismo le resulta gratis.
