Mejuto: «El arbitraje es una escuela de la vida»

Mejuto: «El arbitraje es una escuela de la vida»
Se llama Enrique Manuel Mejuto González, Quique para los amigos, aunque su nombre ‘de guerra’ es Mejuto. Es el árbitro español más internacional y eso le repercute en una falta continua de tiempo. Es un hombre hecho a sí mismo que asegura que ni la fama ni los premios le han cambiado. Como buen asturiano que es, disfruta cada momento que pasa su tierra aunque siempre pensando en el fascinante viaje que está por venir, lo que agradece a su profesión de árbitro.

¿Qué opina sobre el fútbol femenino?

Me parece bien. No hay nada que impida a las chicas jugar al fútbol si así lo desean. En el último Mundial ya se va viendo la evolución tremenda a nivel técnico y físico que está cogiendo la mujer en el mundo del fútbol.

Está el caso del Pozuelo CF. Las chicas están en Primera Nacional y son líderes mientras los chicos están en Tercera.

Por eso digo que está mejorando muchísimos, además trabajan un montón. Conozco a chicas que empezaron en el arbitraje y son mucho más disciplinadas que los chicos. Desgraciadamente, ser mujer en el deporte supone un sacrificio añadido para demostrar tu valía. Si las pozueleras van las primeras es por un trabajo que han realizado, porque nadie regala nada.

¿Qué ha hecho para llegar donde está en el ámbito deportivo?

Trabajar con humildad. No soporto a la gente que piensa que por estar en una situación determinada, en un momento puntual de la vida, es más que nadie. Nunca pensé que iba a llegar a ningún sitio. Van llegando las cosas y al final, pues he llegado al fútbol de nivel y al arbitraje internacional. No soy una persona que piense en logros sino simplemente en el presente y en disfrutar de lo que hago.

Defina al fútbol español en una palabra.

En una palabra es difícil, pero si hay que sintetizar diría tres; necesidad de calma. Necesitamos más calma y menos polémica. Estamos demasiado mediatizados por los resultados. A todo el mundo le gane su equipo, pero hay disfrutar del encuentro y valorar cuando el otro equipo lo hace mejor, porque esto es un deporte. Hay que educar a la gente joven con que el deporte es un juego.



Una palabra que le defina a usted.

Honradez.

¿De qué equipo es?

Soy del equipo arbitral. Empecé de árbitro con 14 años y nunca viví el fútbol de manera apasionada. No sufro por el mal resultado de un equipo, disfruto haciendo deporte y le deseo lo mejor a todos. Lo que hago es felicitar a los que les están saliendo las cosas bien, e intento animar a los que les van mal.

¿Cree que la actitud de la prensa hacia los árbitros es correcta?

La mayoría de los Medios de Comunicación no tienen una actitud correcta hacia nosotros. Siempre digo que la crítica constructiva enriquece y la destructiva envilece, y suelen ser muy destructivos en general. A veces parece que en vez de a un partido de fútbol vas a una guerra. Se polemiza demasiado, siempre buscando culpables. Parece que el árbitro nunca es profesional. Si alguien quiere que todo marche bien es el árbitro. Al día siguiente tienes que ir a trabajar y aguantar las críticas de la gente.

Y en este sentido, ¿Le molesta que se le recuerde por el famoso ‘penalti y expulsión’?

No. Lo considero una anécdota. Creo que cuando se recuerda se hace de manera simpática. Lo que me resulta sorprendente es que sucedió hace once años y chavales que no lo han vivido lo sigan recordando. Son gajes del oficio. Se puede ver que el árbitro tiene una responsabilidad y cuando tiene que tomar una decisión, intentas hacerlo lo mejor posible.

¿Qué sintió al pitar la final de la ‘Champions’ entre el Liverpool y el AC Milán?

Aunque soy una persona que no me trazo objetivos, cuando llegas a un momento culmen como ese, es algo especial. Estás ahí, en medio de un espectáculo como ese. Es uno de esos partidos en los que hay que disfrutar hasta del olor del césped. Son momento especiales y lo recuerdo con un gran cariño.

¿Cree que los árbitros se sienten perseguidos?

Intentas abstraerte de todas esas cosas. Si empiezas a ver fantasmas, consigues desquiciarte y te perjudica en tu labor. Pero yo diría que si no perseguidos, sí a veces maltratados.

¿Qué le impone más, pitar un partido de Liga o una competición internacional?

Imponer ninguna. Ya tienes una experiencia e intentas ir a los partidos con seguridad en el trabajo realizado. Es cierto que a nivel internacional vas con una calma que en España no tienes por el seguimiento mediático que hay. La cuestión es que coges un avión y te vas del país al día siguiente. En España al día siguiente la gente vio los medios de comunicación y estás más expuesto a lo que te puedan decir.

Quizá le perdonen más los errores en el extranjero que si comete un error mínimo aquí…

Los errores son importantes en cualquier sitio. Lo que pasa es que el trato al árbitro es diferente por parte de los jugadores. El mismo jugador de la Liga española se comporta de forma distinta en Europa, quizá porque sabe que allí las sanciones son ejemplares. Y de eso deberíamos tomar ejemplo aquí. No se puede dejar que un jugador cometa una incorrección y se le imponga una sanción a la carta. Las decisiones tomadas son muy lentas y con ello se enturbia el respeto hacia la labor del árbitro, lo que hace que el jugador no se comporte como debiera. Opino que sería mas importante sancionar duramente al jugador que simula, lesiona o mete un gol con la mano. Seguro que harían que el arbitraje fuese mucho más sencillo.

Hay quien dice que existen jugadores que están más protegidos por los árbitros que otros. ¿Cree usted que eso verdad?

No. Tal vez lo que habría que decir es que hay jugadores con más calidad que otros. Jugadores que por su técnica y calidad tienen que andar con cuidado en el campo porque hay equipos que ponen en práctica la  estrategia de pararle en el centro del campo. Está claro que el reglamento es igual para todos. Hay jugadores que reciben más faltas, por ello tenemos que ser rigurosos y no permitir que se ceben con esos jugadores, porque son los buenos los que marcan la diferencia. Si hay futbolistas que no saben jugar deportivamente serán castigados.

¿Consideró justa la decisión de la FIFA de no dejarle representar a España en la Copa del Mundo de Alemania 2006 sólo por sus asistentes?

Tras haber hecho tus pruebas y haberte nombrado, se hace duro que por temas ajenos a ti se produzca esto y encima enterándote a ultima hora. Se pasa mal, es tu trabajo y una gran oportunidad y lo pasé mal. Pero tengo que seguir trabajando duro y pensar en presente y el futuro.

Siguiendo con ese tema. ¿Piensa que Medina Cantalejo se merecía más que usted ir al Mundial?

No se trata de que se lo merezca más que yo. Medina estaba de suplente y simplemente aprovecho su oportunidad, cosa que veo lógica.

¿Se ve recompensado tras la decepción de Alemania con la decisión de que pite en la Eurocopa 2008?

No. Son cosas diferentes. Lo de Alemania fue una oportunidad perdida y esto es otra competición. Si todo sale bien será una alegría. Lo del Mundial fue una decepción que hay que olvidar.

Lleva un total de nueve premios. Cuatro premios ‘Guruceta’, cuatro premios ‘Don Balón al mejor árbitro’ y un ‘Silbato de Oro’. ¿Se considera un hombre de éxito?

Eso no soy yo quien lo tiene que decir. Soy una persona con los pies en el suelo, y los que tienen que decidir si tengo éxito o no, son los que me conceden esos premios. Ni que decir tiene que siempre honra que te consideren y te valoren. De vez en cuando se me acercan aficionados que quien que les firme fotos, o que me quieren conocer. El calor de la gente sí que verdaderamente me enorgullece.

¿Se sigue poniendo nervioso cuando pita un partido?

No hay que tener nervios, pero sí tensión. Sin tensión no hay ilusión. Hay que tener responsabilidad y esa tensión necesaria para concentrarse, porque estás haciendo un gran partido, en un segundo tienes la jugada tonta, y todo se va ‘al garete’.

Parece que la gente se queda siempre con lo malo.

Sí. La opinión pública y los medios sólo se quedan con lo malo. Hay muchísimo trabajo y muchas decisiones tomadas. Ya quisieran muchos jugadores acertar en más de un 90% como los árbitros hacemos.

¿Qué siente al ser ‘uno de los grandes’ del mundo del arbitraje?

Quizá lo vea mejor la gente. Yo simplemente me dedico a arbitrar. Si me consideran así, mejor que mejor, pero en ese sentido no ha cambiado nada mi vida. Sigo siendo la misma persona de siempre que cuando empecé, con más años, pero sigo mi línea de trabajo, y si me consideran ‘un grande’ para mí es un orgullo.

¿Qué le diría a alguien que empieza en el mundo del arbitraje?

Que intente ser feliz y que se enriquezca con esta labor. Un crío que empieza en el arbitraje no sólo pita partidos. Tiene que convivir, dialogar con los delegados, redactar un acta, decidir entre la verdad y la mentira en el terreno de juego y aplicar el reglamento. Todo esto le va a hacer madurar muchísimo también a nivel personal. Yo siempre digo que el arbitraje es una escuela de la vida.

¿Qué piensa hacer cuando se retire?

Lo que surja. Los que estamos en este mundo siempre nos gustaría seguir vinculados a la actividad deportiva, pero todo depende de las ofertas que te lleguen. A nivel deportivo me gustaría que valoraran  mi experiencia y mi dedicación para aportar lo que yo pueda al apasionante mundo del fútbol.

¿Cómo le gustaría que le recordaran en el mundo del deporte?

Como una buena persona y un deportista que ha pasado por el mundo del arbitraje.

 

 


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