El Ayuntamiento alerta sobre los riesgos del calor

El Ayuntamiento alerta sobre los riesgos del calor


El Ayuntamiento de Boadilla del Monte, a través de Protección Civil, ofrece a los vecinos recomendaciones para afrontar las altas temperaturas propias del verano, especialmente cuando se producen las olas de calor. Hay que tener en cuenta que este no afecta por igual a todas las personas y que su incidencia es mayor en los enfermos, niños y personas de más edad, colectivos con los que deben extremarse las precauciones.

Las recomendaciones generales para protegerse del calor son cerrar las persianas y echar los toldos de las fachadas expuestas al sol. Permanecer el mayor tiempo posible dentro de casa, en el lugar más fresco. También recomiendan evitar salir a la calle en las horas más calurosas del día y si se hace, permanecer a ser posible a la sombra. Los mejores momentos son las mañanas temprano o las últimas horas de la tarde.

Otras recomendaciones son cubrir la cabeza con un sombrero o gorra y vestirse con ropa ligera de colores claros o no esforzarse demasiado cuando esté haciendo mucho calor, evitando actividades como deporte, bricolaje, jardinería...

El uso de protección solar adecuada al tipo de su piel, durante todo el día, renovando su aplicación cada dos horas también es fundamental en esta época del año. También es fundamental no dejar a nadie, sobre todo a niños y ancianos, en un vehículo expuesto al sol.

Beber mucha agua o líquidos sin esperar a tener sed y evitar las bebidas alcohólicas, café, té o cola y las muy azucaradas, así como hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales minerales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos), son otras de las recomendaciones que ha publicado el Ayuntamiento.

Recomendaciones frente a un golpe de calor

Desde el Consistorio también alertan del riesgo de sufrir un golpe de calor a causa de una exposición prolongada ya que pueden causar la muerte o secuelas importantes si no hay un tratamiento inmediato.

Algunos signos y síntomas que nos pueden ayudar a reconocer un golpe de calor son, entre otros, una temperatura corporal elevada, piel caliente, enrojecida y seca sin sudor, dolor de cabeza, nauseas, somnolencia y sed intensa, confusión, convulsiones y pérdida de conciencia.

En caso de producirse un golpe de calor, hay que llamar a los servicios de emergencia 112 o a la asistencia sanitaria más cercana. Después hay que colocar al afectado en un lugar de sombra, quitarle la ropa para airearle y refrescarle con agua fría o hielo, sobre todo la cara y las axilas, sin introducirle en la bañera.

Si está consciente, se debe colocar al enfermo con la cabeza ligeramente elevada y ofrecerle agua abundante en pequeñas dosis. Si está inconsciente, se le debe tumbar de lado, con las piernas flexionadas y nunca se deben ofrecer líquidos a personas inconscientes.

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