Para evitar cualquier riesgo de exclusión social el Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) atiende personas necesitadas de cuidados y a familias con niños con algún tipo de discapacidad o problema de salud y puede prestar apoyo con otros servicios si fuera preciso.
En Boadilla, el Servicio de Atención Domiciliaria lo ofrece la Fundación Altius Francisco de Vitoria, cuyos representantes se reunieron ayer con el alcalde de Boadilla, Antonio González Terol, y la concejal de Servicios Sociales, Mª Ángeles Martínez Saco, para exponer los trabajos que realizan en el municipio, donde atienden a casi 40 personas.
El servicio, que prestan 11 auxiliares, ofrece tareas como trabajos de apoyo personal como higiene propia, apoyo a la movilización dentro del hogar, apoyo para vestirse y desvestirse y más tareas propias del hogar.
Las personas con autonomía personal reducida o limitada, familias con discapacitados, ancianos o enfermos a su cargo, menores cuyas familias no puedan cuidarles en el propio domicilio para evitar situaciones de riesgo social o desamparo y familias en situación de crisis temporal por razones diversas pueden ser usuarios de estos servicios.
Para solicitarlos, los interesados pueden dirigirse a la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento donde serán atendidas por un trabajador social que estudiará la demanda.
En el ámbito educativo, el Servicio de Apoyo Educativo Domiciliario (SAED) está dirigido a aquellos alumnos de educación primaria y secundaria de centros públicos que por razones médicas no pueden asistir con regularidad a los centros escolares, siempre que el periodo de convalecencia sea superior a 30 días.
Para paliar la ausencia de los padres o persona designada por los mismos, la Concejalía de Servicios Sociales proporcionaría una persona previa autorización de la Consejería de Educación.
En este caso, podría hacerse a través de la red de voluntariado de la Concejalía, del personal del propio Servicio de Atención Domiciliario o, incluso, si así se valora, con apoyo económico para que la familia pudiera disponer de una persona que realizara esa tarea.
Por su parte, APB pide más medios para el Servicio de Atención Educativa Domiciliaria. El grupo independiente afirma que la problemática concreta está en los alumnos con limitaciones físicas, dado que para que un profesor imparta las clases en un domicilio es requisito imprescindible la permanencia de los padres o de personas designadas por estos o un tutor legal.
Su propuesta concreta es complementar el servicio coordinando a los Servicios Sociales municipales con las familias afectadas para solventar la ausencia de los padres, familiares o tutor que impediría la docencia.
