El Ayuntamiento insta a la Iglesia a rehabilitar el recinto ante su estado de abandono e inseguridad para las personas que lo visitan, ya que los muros del cementerio y de la capilla amenazan con hundirse sobre las lápidas.
“El cementerio de Boadilla da vergüenza: lápidas llenas de cascotes, la capilla amenaza con un hundimiento, el pavimento levantado y hasta los muros perimetrales pueden hundirse. Es un problema de seguridad para los usuarios y las personas que lo visitan” denuncia Ángel Galindo, Concejal Portavoz de Alternativa por Boadilla.
Los independientes declaran que la Iglesia de Boadilla cedió la conservación del recinto a una empresa privada y el estado en el que se mantiene el recinto es absolutamente desastroso.
“El cementerio parroquial merece toda la atención y una respuesta inmediata. Su estado es lamentable. Solo hay que ver las imágenes para comprobar lo que denunciamos” concluye el Concejal Ángel Galindo.